EN BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD
La felicidad es una palabra “trillada”. Un estado ideal. Un anhelo de todo ser humano. Un sentimiento y una sensación que puede experimentarse a diario, de vez en cuando o tal vez nunca. Sólo que los secretos para alcanzarla pueden no haber sido revelados o descubiertos por muchas personas. Por eso, hay quienes la consideran una utopía.
Pero lo cierto es que las actitudes, las reacciones, las maneras de asumir y de sentir la vida, los principios y los hábitos, pueden ir abriendo el camino para ser feliz. En sus manos está entonces la decisión de ser o no desdichado.
Hay muchas formas de hacer que, poco a poco, ese sueño se convierta en realidad , y que solamente depende de nosotros. Nunca se compare con los demás. No dependa exclusivamente de las entretenciones para escapar de su infelicidad. Procure que aun las cosas importantes y significativas de su vida como trabajar le sirvan para divertirse.
Tenga en cuenta que no necesariamente el trabajo que le da mayor éxito o más dinero es el que dará más felicidad. Sea consciente de que todo lo que conduce a la felicidad implica algún grado de esfuerzo y a veces momentos difíciles. Pero Dios no te deja solo, sus palabras deben animarnos, nos dice: "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo tu Dios estaré contigo en toda parte" ( Josue 1: 9).
El propósito no es evitar los momentos difíciles; es de no desmayar, sino esforzarnos. Deje de sentirse insatisfecho por cosas sin importancia o por cosas que no puede modificar. Nunca pierda de vista sus metas y mantenga en mente la recompensa que obtendrá. Así sabrá qué debe hacer para alcanzarla.
Recuerde que la gratitud y la bondad son ingredientes indispensables para ser feliz. Cuanto más bien haga a las personas y más agradecido sea con Dios por su vida, mayor paz interior alcanzará.
Evite los malos pensamientos tanto como sea posible; más bien "en todo lo que sea verdadero, todo lo que sea honesto, todo lo amable, si hay virtud alguna, si algo digno de reconocimiento en esto pensad…" nos aconseja, Dios por su palabra (Filipenses 4:8).
Desarrolle hábitos constructivos y no destructivos. No olvide que si es moderado en sus hábitos es más probable que disfrute de la vida que quienes siempre ceden a sus tendencias adictivas . Acepte sin amargura que todo en la vida tiene un precio y escoja entre pagar el precio u olvidar lo que desea. Tenga en cuenta que sus actitudes y su perspectiva ante la vida son la mejor vacuna contra la desesperación y su mejor herramienta para enfrentar las tragedias.
No equipare el éxito financiero con la felicidad. Si lo busca para alcanzar la tranquilidad, la seguridad y la alegría de sus seres queridos, aumentara su felicidad. Pero si lo hace por impresionar a los demás, por el placer de ser rico o por tener cosas materiales lo conducirá a la desdicha. "Porque raíz de todos males es el amor al dinero…" (1 Timoteo 6:10)
No sabotee su propia felicidad buscando siempre la más mínima imperfección hasta en los escenarios más hermosos. Nada es perfecto aquí en esta vida. Si sus logros no corresponden a lo que usted había soñado, abandone ese ideal y disfrute de lo que tiene o presérvelo y cambie su realidad.
Minimice las expectativas que tiene con respecto a sus hijos, pues ellos son seres humanos autónomos y no extensiones suyas y como tales pueden desilusionarlo haciéndole pasar malos ratos, ellos están aprendiendo y se pueden equivocar muchas veces. Las expectativas pueden perjudicar las relaciones de pareja, pues cuanto más esperamos de nuestros cónyuges, más tendemos a dar por sentada su compañía y olvidamos agradecer las cosas buenas que hacen.
Haga un inventario de su vida y observe todo lo bueno que hay en ella. Cuando comience a sentir gratitud por todo eso, empezará a eliminar la expectativa de tener las cosas innecesarias o inasequibles. Cuando un amigo suyo haga algo que no le agrada, no se ensañe con él llenándolo de culpa. Simplemente hágale saber que ese comportamiento le disgusta. Deje de recordar el mal que le han hecho los demás. Mejor trate de tener presentes sus buenos actos o terminará perdiéndolos a todos.
Si usted descubre que con frecuencia atrae gente desagradable a su vida, es posible que haya una falla en su carácter. Para identificar el carácter de las personas que le rodean trate de hablar con ellos de temas profundos que descubran sus valores. Una de las maneras de saber si se ha escogido bien a un amigo es preguntarse ¿por qué es mi amigo? Piense en lo que le diría a alguien que no los conoce para demostrarle que son buenas personas. Si sus relaciones familiares son de cariño, y su unión con su pareja es solidad, sus posibilidades de ser feliz se incrementarán.
Una de las bendiciones que Dios nos otorga es ser libres de enemigos, cuando tenemos en cuenta el bienestar y la armonía con todos quienes nos rodean.
CUANDO LOS CAMINOS
DEL HOMBRE
SON AGRADABLES
A DIOS,
AÚN A SUS ENEMIGOS
HACE ESTAR EN PAZ
CON ÉL.
(Proverbios 16:7).
por Henry Leguizamo
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