NO ESTROPEE LA AUTOESTIMA DE SU HIJO.
Cada vez que nos enojamos con los hijos
solemos utilizar las mismas frases.
Ciertas palabras, aunque parezcan inofensivas,
pueden hacer mucho daño a la autoestima de sus hijos.
Sucede cuando uno de los niños reprueba todos los exámenes
y le va mal en el colegio, mientras que el otro
es el primero de la clase.
En ese momento entramos en la comparación:
¿Por qué no aprendes de tu hermano?
Quizás lo hacemos para que el niño se sienta desafiado
y piense que si su hermano puede , él también es capaz.
Pero, al contrario, lo que logramos es propiciar
la competencia entre ellos.
Esto en el futuro es muy perjudicial ; La realidad es que
cuando se pone siempre a un hijo como ejemplo,
no se le transforma en un modelo para imitar
sino en un hermano para odiar.
“Siempre es lo mismo, nunca vas a cambiar “
Está es una de las más terribles sentencias que pueden salir
de la boca de un padre o madre
“ Esta frase encierra al pequeño en un comportamiento
y no le da la posibilidades de transformarse,
que dañino es cuando un padre pone rótulos como:
“ eres un vago “ “eres un burro” esto hace mucho daño.
“Eres igualito a tu padre “
Las personas crecemos identificándonos con quienes nos rodean.
Por eso ninguna acción , comportamiento
o actitud de los hijos es motivo
para decirles en tono peyorativo que son iguales a su padre”
Da a entender al pequeño que nunca va a poder mejorar
porque su comportamiento no depende de sus propias decisiones,
sino que las heredó. Además, siempre es negativo
que uno de los padres critique al otro.
“Si me quieres no harías eso “
Algunos madres piensan que las acciones de sus hijos
son a favor o en contra de ellas, y ese es el primer error.
La educación debe conducir a que los niños sean responsables,
no a que sean responsables, no a que vivan con culpa.
Y pueden llegar en niños mas grandes a generar expresiones como:
“ Yo no te pedí nacer “ que dan lugar a discusiones sin salida.
“Cuando yo tenia tu edad…”
Las frases que comienzan así son las mas perjudiciales
para los adolescentes, porque les hacen sentir que no cumplen
con las expectativas de sus padres. Antes de criticar
sus conductas hay que tener en cuenta que el contexto actual
es muy distinto al de la época en la que usted creció.
Las palabras que dejan secuelas son aquellas
que se repiten con insistencia
y que se instalan en el discurso paterno.
Que , ocasionalmente, se filtre alguna de esas frases en medio
de una discusión acalorada no es tan terrible.
De todas formas, y por si las dudas, a veces hay que tomar
en cuenta aquella vieja receta que recomienda
contar hasta diez antes de hablar.
HE AQUÍ, HERENCIA DE DIOS SON LOS HIJOS;
COSA DE ESTIMA EL FRUTO DEL VIENTRE,
(Salmos 127:3-5)COSA DE ESTIMA EL FRUTO DEL VIENTRE,
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