Siempre que un individuo busca un fin sin tener en cuenta qué daño pueda hacer a los demás para lograrlo, está actuando con violencia.
Es como un cáncer que carcome a la sociedad, que transciende a la vida familiar o laboral, cuando no hay comunicación ni reconocimiento de otro, ni se consultan sus deseos o sus puntos de vista.
En algunos hogares o en el trabajo, hay actitudes o expresiones de agresión emocional tan disimuladas que ya han sido legitimadas y no son identificadas como violencia al no dejar huella física. Pero hasta la indeferencia es violencia. Como la de la madre que descuida a su bebe, sabiendo que el necesita de su protección para su desarrollo y socialización. Lo que se busca es una madre sana, no con muchos conocimientos, sino amorosa, bondadosa, porque todos requerimos del contacto con el otro, el alimento que da la comunicación y el reconocimiento de quien nos ama.
Es conducta violenta también la comunicación de doble vinculo; por ejemplo, cuando le dicen al niño:”si no quiere, no coma, usted debía comer porque si no se muere de hambre”. La frase correcta seria: “come porque necesitas crecer y desarrollarte”. Igual sucede con el padre que le pega la hijo pero le pide a éste que no aporree a su amiguito. O cuando le dice que le cuente todos sus problemas, pero si el muchachito habla, el señor se disgusta, no controla su enojo y lo regaña. “El chico queda desubicado. Es un contrasentido, porque le dicen que si pero a la vez que no”.
Es como un cáncer que carcome a la sociedad, que transciende a la vida familiar o laboral, cuando no hay comunicación ni reconocimiento de otro, ni se consultan sus deseos o sus puntos de vista.
En algunos hogares o en el trabajo, hay actitudes o expresiones de agresión emocional tan disimuladas que ya han sido legitimadas y no son identificadas como violencia al no dejar huella física. Pero hasta la indeferencia es violencia. Como la de la madre que descuida a su bebe, sabiendo que el necesita de su protección para su desarrollo y socialización. Lo que se busca es una madre sana, no con muchos conocimientos, sino amorosa, bondadosa, porque todos requerimos del contacto con el otro, el alimento que da la comunicación y el reconocimiento de quien nos ama.
Es conducta violenta también la comunicación de doble vinculo; por ejemplo, cuando le dicen al niño:”si no quiere, no coma, usted debía comer porque si no se muere de hambre”. La frase correcta seria: “come porque necesitas crecer y desarrollarte”. Igual sucede con el padre que le pega la hijo pero le pide a éste que no aporree a su amiguito. O cuando le dice que le cuente todos sus problemas, pero si el muchachito habla, el señor se disgusta, no controla su enojo y lo regaña. “El chico queda desubicado. Es un contrasentido, porque le dicen que si pero a la vez que no”.
No escuchar, no comprender ni tolerar es violencia”. Lo mismo que en la pareja, al no construir una relación amorosa con posibilidad de placer mutuo, sino donde uno se “descarga físicamente” sobre el otro. El que ejerce violencia tiene un déficit que viene desde la infancia, y no sabe lo que se esta perdiendo porque quita posibilidades de vida, de disfrute. Si sometemos al otro por la fuerza, estará con miedo, pero si logramos conquistarlo, vamos a estar juntos para apoyarnos y construir nuevas posibilidades.
Son muchas las formas de violencia, como cuando hacemos de lado a personas que señalamos su conducta, pero no estamos dispuestos a trabajar para ayudarle a solucionar su comportamiento que quizás por falta de comprensión, lo que ha hecho es marginarlo y hacerle sentir excluido de la sociedad. La burla, el sarcasmo, la ironía, la ridiculización del otro, son formas soterradas de violencia.
No dejar que la otra persona hable, ignorarla o despreciarla, todas las acciones o conductas que tiene cualquier miembro de la familia o de un grupo, con el propósito de ofender son violencia emocional. Amenazar con el abandono (chantaje).
Una joven que era considera de bajo coeficiente intelectual porque tenia poco estudio y que sufrió maltrato en su infancia, hizo esta reflexión: “Cuando me regañan, me gritan, cuando me gritan, me asusto, si me asusto no puedo pensar, no puedo aprender. Pero cuando me reprenden, me hablan, cuando me hablan, puedo entender, cuando entiendo, puedo pensar, y cuando pienso, aprendo”.
Un ejemplo que nos enseña que el buen trato permite pensar, crecer, soñar, crear, mientras que la violencia deriva en miedo que limita y otros sentimientos dañinos como la soledad, la inseguridad, el silencio, la incertidumbre, el sufrimiento, el mal genio, la tristeza, la depresión, la impotencia, la indiferencia y el desprecio.
Son muchas las formas de violencia, como cuando hacemos de lado a personas que señalamos su conducta, pero no estamos dispuestos a trabajar para ayudarle a solucionar su comportamiento que quizás por falta de comprensión, lo que ha hecho es marginarlo y hacerle sentir excluido de la sociedad. La burla, el sarcasmo, la ironía, la ridiculización del otro, son formas soterradas de violencia.
No dejar que la otra persona hable, ignorarla o despreciarla, todas las acciones o conductas que tiene cualquier miembro de la familia o de un grupo, con el propósito de ofender son violencia emocional. Amenazar con el abandono (chantaje).
Una joven que era considera de bajo coeficiente intelectual porque tenia poco estudio y que sufrió maltrato en su infancia, hizo esta reflexión: “Cuando me regañan, me gritan, cuando me gritan, me asusto, si me asusto no puedo pensar, no puedo aprender. Pero cuando me reprenden, me hablan, cuando me hablan, puedo entender, cuando entiendo, puedo pensar, y cuando pienso, aprendo”.
Un ejemplo que nos enseña que el buen trato permite pensar, crecer, soñar, crear, mientras que la violencia deriva en miedo que limita y otros sentimientos dañinos como la soledad, la inseguridad, el silencio, la incertidumbre, el sufrimiento, el mal genio, la tristeza, la depresión, la impotencia, la indiferencia y el desprecio.
A veces el clima de violencia es tan fuerte, que la gente asume que la vida es para resolver conflictos, cuando deberla ser para gozar, para soñar.” Es más, se cree que la violencia da poder. Cuando el verdadero poder es la capacidad de reconocer al otro como diferente pero complementario y enriquecedor; de comunicarse y relacionarse amorosamente con él y convivir en armonía con los demás.
Debemos identificar y evitar esos comportamientos dañinos de la vida cotidiana, que hace que muchas personas reaccionen con violencia. Y no se pueda disfrutar de armonía, en nuestra relaciones con los demás. Mas bien estimulemos la confianza entre los que nos rodean, comportándonos en forma cordial y amable, creyendo que el dialogo es la mejor herramienta para dirimir los conflictos que se presenten.
El que quiera amar la vida, Y ver días buenos, refrene su lengua de mal...
Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.
(1 Pedro 3:10-11)
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