miércoles, 19 de noviembre de 2008

PERSEVERANCIA....

Aunque al principio parezca difícil creerlo, especialmente cuando nos encontramos en medio de tantas dificultades, la felicidad si existe y es posible. ¿Por qué resignarse a vivir a medias? ¿Por qué seguir sumergidos en el dolor, las preocupaciones o el negativismo? Vernos a nosotros mismos y ver la realidad de otra manera, debería ser nuestra meta.

Con frecuencia la gente dice o piensa “no puedo ser como quisiera ser, porque soy muy gordo(a); no tengo buenas conexiones, no soy tan inteligente, tengo demasiado trabajo, no tengo tiempo o mis hijos no me dan tregua”. La verdad es que hay que comenzar donde uno está y echar para adelante. Olvídese de las excusas y, sobre todo, no se sabotee así mismo(a).Muévase.

Nadie quiere oír una queja más. ¡Ni siquiera usted! Hay quienes se ponen horas exactas para dar gritos y sacar todo lo que tiene dentro. Pero hasta allí, eso de andar quejándose todo el día, no solo impide “descubrir” qué anda mal con uno, sino conlleva a que nos desvaloricemos a nosotros mismos. Y ¿Quien quiere estar cerca de un perdedor, a no ser que tenga intenciones de hacer algo de caridad? Como si fuera un bebe, vaya paso a paso hacia su ideal. Si quiere, por ejemplo, mejorar sus relaciones con sus hijos, dedíqueles diez minutos extras al día o propóngase no criticarlos en las próximas 24 horas. Tampoco se critique a si mismo.

Los triunfadores siempre se concentran en las posibilidades, jamás en los problemas. Cuando les sucede algo malo, lo ven como un obstáculo momentáneo, no como pruebas de que no pueden alcanzar lo que desean; Algunas veces la mejor manera de hacer cambios es dejar de centrarse en uno mismo. Evaluarse constantemente no solo puede estresarle, sino impedirle ver el final del arco iris. Mientras se esta ocupado(a) en algo significativo como ayudar a los otros, las respuestas con respecto a la propia problemática surgen espontáneamente. Si esperamos lo mejor y no nos dedicamos a poner obstáculos, podremos obtener lo que necesitamos.

Enfrente la vida con una actitud de gratitud. Esto puede sonar sin sentido, pero cosas tan sencillas como despertar y dar las gracias por el nuevo día ayudan a sentir que se tiene una vida más satisfactoria, si usted piensa que las cosas saldrán bien, así será. Y viceversa. En vez de ver el vaso vacío, mire lo que aun contiene.

Alguien que está logrando ganancias no vive preocupado(a) porque hace un tiempo tuvo un año malo. Por el contrario, se concentra en lo que puede hacer en el momento. En cualquier circunstancia en la vida, hay que olvidarse del pasado. Ese ya pasó, ya se vivió, y al igual que un rió sin agua no se detiene ni se devuelve. El presente es muy importante y no hay razón para perdérselo.

Muchas personas buscan gratificaciones inmediatas y si no las logran, se dan por vencidas rápidamente. La perseverancia y la gratitud son la clave para llegar a ser lo que quiere o lograr lo que se desea.


Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
(Filipenses 4:6)

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