domingo, 11 de marzo de 2012

YA PASO...

Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola” 
                                                      (Cantares 2:12)
El invierno largo y melancólico  nos ayuda a apreciar la hermosura y belleza de lo genial y dulce de la presencia de Dios.  La promesa de un verano cercano nos ayuda a disfrutar las delicias de lo actual.
Después de períodos de depresión de espíritu, es delicioso percibir nuevamente la luz del sol de honradez, entonces nuestro agradecimiento adormitado sube desde su letargo como un azafrán victorioso de la tierra, entonces nuestro corazón se siente complacido con el trinar de las aves que prometen una paz reconfortante y la nota deliciosa de la tórtola proclama tranquilidad interna en el alma.  Ahora es cuando el alma busca comunión con su amado.
Hoy es el día para que tu alma se levante de la postración de su angustia y del pantano de la desesperación y comience a izar la vela recogida de la pequeña y frágil embarcación para que la brisa favorable del Espíritu te impulse hacía nuevos horizontes y senderos en el mar aunque desconocidos  si son muy seguros.  Hoy es el día de disfrutar de la tierna visita de Jesús, el amado de tu alma.
Hoy es el día para gozarte porque el Espíritu Santo te revive e  introduce a la novedad de vida, hoy el Señor quiere traer descanso a tu vida y te inyecta con la vitalidad de su vigor y hace florecer el jardín marchito de tu corazón.
Si ayer llorabas y te desesperabas, porque quizás no veías camino para transitar y las puertas se cerraban sin misericordia ante ti. Hoy debes creer con toda tu  alma que ya el invierno pasó, que las aves vuelven a trinar y las flores del campo se han vestido de colores y que en tu país se oye  la voz de la tórtola.
La suave y tierna voz del Señor se escucha en lo profundo de tu corazón y te dice, no Temas, el invierno ya pasó y ahora podrás ver el sol nuevamente y calentarte bajo los rayos de mi misericordia.
Espíritu Santo, renueva el alma y acelera el proceso de tu restauración en tu siervo.  Te pido el perdón por las veces que en medio del invierno él ha protestado  y no ha  aceptado. Que Hoy pueda entender que ese fue un proceso vital y necesario para su crecimiento.  Hoy mismo imploro al Señor para que tenga compasión de su  siervo y que envíe sobre él su restauración.  Restauración de alma y de Espíritu.
Gracias, Señor porque todo momento he visto tu presencia y tu amor. Solo en ti yo estaré confiado porque para siempre es tu misericordia.   Amén.